¿Qué estará pasando con mi cuerpo que casi siempre tengo frío?
Se que no soy insensible como el hielo,
pera tal vez al contener mis ansias se está congelando mi cuerpo.
Siento el gélido ambiente desgarrando mi piel, calando mis huesos,
hay veces que hasta la respiración se me congela.
Un invierno prematuro baña mi cuerpo
intentando entrar hasta en mis cálidos ensueños.
Mis manos heladas se refugian en mis piernas
pretendiendo en vano infundirles calor,
mientras la ropa que cubre mi cuerpo
en lugar de calentarme me entumece.
Mis pobres pies descalzos al tocar el suelo,
son martirizados por las congeladas baldosas
que los traspasan como lanzas de hielo.
Mis dientes crepitan y mis ojos parpadean incesantemente
cómo faros ciegos buscando la luz.
Entonces mi desfallecido cuerpo
busca un rincón donde refugiarse,
en la espera de que vuelvas a estrechar mis manos
y a mirarme con esos ojos de fuego
que encienden mis ansias.
Luego, quedo a la expectativa
de que vuelvas a quemar mis labios
con la lava de volcán que te arrebata,
que me cubras ardorosamente con tus brazos
y que me cinceles con la punta de tus pechos
rompiendo esa costra de escarcha incrustada en mi cuerpo.
No tardes amor quítame el frío.
Francisco Pardavé