Amor mío, sabes bien
que no te extraño aunque estoy solo;
la verdad es que no pienso en ti porque te quise
ni porque me hieres ni me mentiste.
Quiero que sepas que no me urge el amor,
ni porque me hieres ni me mentiste.
Quiero que sepas que no me urge el amor,
no me importa;
y no es que sólo quiera tenerte
mi razón es que mi garganta y ojos fatigados
se secaron cuando tú te fuiste.
Te escribo con ésta lámpara sin luz
en una mesa de noche sin tu libro
he pasado días enteros sin tu voz
y no es que sólo quiera tenerte
mi razón es que mi garganta y ojos fatigados
se secaron cuando tú te fuiste.
Te escribo con ésta lámpara sin luz
en una mesa de noche sin tu libro
he pasado días enteros sin tu voz
y largas noches sin tu abrigo.
Atrás está el patio sin tu ropa
mi salita principal siempre vacía
la ventana sin tu silueta dibujada
mi sombra esperando por la tuya.
Son estas tardes eternas en tu espera
mis madrugadas son insomnios por tu arribo
espero la humedad de mis besos sin tu boca
y el calor de tu cuerpo junto al mío.
No necesito quererte, no me hace falta
ya no me importas ni interesas
yo podría seguir viviendo sin que seas mía.
sin extrañar tus labios porque no me besas
Atrás está el patio sin tu ropa
mi salita principal siempre vacía
la ventana sin tu silueta dibujada
mi sombra esperando por la tuya.
Son estas tardes eternas en tu espera
mis madrugadas son insomnios por tu arribo
espero la humedad de mis besos sin tu boca
y el calor de tu cuerpo junto al mío.
No necesito quererte, no me hace falta
ya no me importas ni interesas
yo podría seguir viviendo sin que seas mía.
sin extrañar tus labios porque no me besas
Pero dime ¿Qué hago ahora
con esa mesa, con esa lámpara,
con ese patio y esta ventana?
¿Dónde guardo mi sombra?
¿Dónde la espera?
¿Qué hago ahora con mi garganta?
¿Con estos besos, con esa puerta?
¿y con mis insomnios en la madrugada?